Nuestra columna vertebral es una gran obra de ingenieria.
Fuerte, dura, capaz de soportar grandes impactos y pesos, pero a la vez flexible y con gran capacidad de movimiento. Estas cualidades se deben sobre todo a 2 estructuras: las vértebras y los discos intervertebrales.
¿Qué es y de qué está constituido un disco? Los discos poseen una parte central con una textura blanda similar al gel y un revestimiento exterior rígido. Esta estructura permite crear una articulación entre cada uno de los huesos de la columna vertebral dotándoles de movimiento. Estas articulaciones se mantienen unidas gracias a ligamentos y músculos que deben tener el tono adecuado para el día a día de nuestra espalda.
¿Qué significa el término "hernia discal" ? Lo que nos indica realmente la palabra hernia es que una parte de un órgano del cuerpo ha sido desplazado o se encuentra fuera de la cavidad que lo contiene. Cuando el revestimiento exterior que rodea un disco intervetebral se desgarra, el centro blando puede sobresalir por la abertura, creando una hernia de disco que ocupa un espacio que no le corresponde, compriendo estructuras adyacentes y que puede provocar dolor en brazos o piernas según la localización de la lesión
¿Cuál es la diferencia entre protusión y hernia discal?
Muchas veces ambos términos se confunden. Una protusión es una rotura parcial de ese disco intervertebral sin que el contenido interno llegue a exteriorizarse. A veces este tipo de lesión no da sintomatología y puede que no se agrave con el paso del tiempo con las medidas adecuadas. En cambio, la hernia discal es una rotura completa del disco como hemos comentado anteriormente.
Si tienes algún tipo de patología de espalda déjate asesorar por profesionales sobre el mejor tratamiento en tu caso y cuidate!